El Palacio de Congresos de Zaragoza fue construido con motivo de la celebración de la Expo 2008. Situado a orillas del Ebro, se considera un espacio en el que todo tipo de actos tienen cabida. El Palacio comprende seis plantas, así como una zona de exposición, salas de reuniones y el auditorio. Su diseño arquitectónico emblemático destaca por su singularidad.