Zaragoza es uno de esos lugares donde es imposible aburrirse. El punto culminante de año, lo encontramos, sin duda, en las Fiestas del Pilar, cuando se convierte en el centro neurálgico de la Península. Pero no sólo de esa semana de octubre viven los maños. En la capital aragonesa es posible salir de lunes a domingo gracias a la amplia propuesta de bares, locales y discotecas entre los que destaca la Sala Lòpez , La Lata de Bombillas o la Cicleria. Espacios de referencia donde tienen lugar todos los estilos musicales y que convierten a la capital maña en una de las mejores ciudades para salir de fiesta. Además, el gran número de eventos y festejos que hay durante todo el año también le ayudan a mantener bien alta su reputación.
El año empieza fuerte en Zaragoza con la festividad de San Valero, un obispo del siglo IV que, asimismo, es el patrón de la ciudad. Un acto que tiene lugar el 29 de enero y que consiste en la degustación de roscones. De hecho, desde ya dos décadas es tradición el reparto de un roscón gigante en la conocida Plaza del Pilar. Una delicia que mide un kilómetro de longitud, tiene una tonelada de peso y en torno al cual se forman interminables colas. De esta bonita jornada sale el dicho zaragozano de “San Valero, ventolero y rosconero”.
La lista sigue con los Carnavales, que tienen lugar la primera quincena de febrero. No faltan los disfraces, los desfiles y los premios, como no puede ser de otro modo. Pero la celebración se completa con todo tipo de conciertos y orquestas, además de con una oferta culinaria donde destacan el reparto de longaniza o las tapas elaboradas con ternasco de Aragón. Ese tipo de carne destaca, además, por ser la protagonista de una ruta gastronómica en diez bares de la ciudad durante esos días.
También tenemos la Cincomarzada. Una celebración que conmemora la resistencia de la ciudad ante un ataque carlista el 5 de marzo de 1838 (de ahí su nombre). Los fastos consisten en reunirse en el Parque del Tío Jorge, donde los propios ciudadanos traen su comida y bebida mientras la jornada se ameniza con música y juegos varios.
El 23 de abril tiene lugar el Día de San Jorge. Se celebra, como en otros puntos de la geografía española, una jornada en la que los libros son los protagonistas. Allí, la particularidad es que el Día del Libro coincide también con el Día de Aragón, con lo que a la fiesta se añaden actividades extra como pasacalles, artes circenses o eventos de música tradicional en los que destaca la jota.
Y, de cara al otoño, por si no hubiera sido suficiente con los primeros meses del año, llegan las Fiestas del Pilar. Poco hay que decir de ellas que no se sepa ya. Zaragoza se siente esos días el centro del mundo, especialmente en la jornada del 12 de octubre.